El tiempo se nos escurre de las manos, como si de sirope de caramelo se tratase.
Dejamos pasar las horas vacías y; los acontecimientos, que en un principio se nos presentaban lejanos, se estrellan contra nosotros como si estuviesen viajando en una locomotora sin paradas.
Aunque parezca flexible, el tiempo no lo es.
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ResponderEliminarExcelente cuadro. Excelente descripcion.
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