En la clase de ayer, estuvimos hablando de los Métodos propiamente dicho con Francisco García; y como era un concepto con el que aún no habíamos trabajado, empezamos por su definición:
Método: del griego methodos; un método es un camino o vía que permite hacer mejor el trabajo.
Esta palabra se relaciona con otras, como:
- Políticas: principios orientados a la consecución de un fin.
- Estrategias: conjunto de formas que tenemos para resolver el problema o conseguir el objetivo.
- Tácticas: forma particular de resolver el problema.
- Acciones: hecho concreto llevado a cabo.
Los métodos creativos son instrumentos heurísticos, que ayudan a inventar o descubrir cosas. Se clasifican en:
- Analógicos: las palabras son analógicas. Ejemplos serían: metáforas, comparaciones, símiles, etc. Los métodos analógicos se basan en la realidad.
- Antitéticos: usan elementos contrarios.
- Aleatorios: usan el azar como instrumentos para la creatividad.
- Mixtos
No obstante, encontrar un método puro es difícil.
Para ejemplificar un método aleatorio, tomamos una serie de libros, que mis compañeros llevaban consigo; y de ellos, extrajimos varias palabras al tuntún. Una vez obtenidas las palabras, tuvimos que ir relacionándolas en un pequeño relato.
Las palabras que surgieron fueron: preparación, posiblemente, espíritu, estúpido, minutos, fútbol, tubérculo, estrépito, y sano y salvo.
Y mi relato, aunque poco original la verdad, fue:
¡Hasta pronto!“Guillermo era un chico activo, gran aficionada a los deportes de equipo. Posiblemente, su favorito era el fútbol, y quería dedicarse profesionalmente a éste. No obstante, esto a su padre le parecía estúpido, pues esperaba que su hijo siguiera la profesión familiar, de abogado.
A pesar de ello, Guillermo no obedeció a su padre, siguió lo que le decía su espíritu e ingresó en un club local. Tras unos días de preparación física, le dejaron jugar varios minutos durante un partido. Corrió de aquí para allá siguiendo el balón; y el público, enfadado, empezó a tirarle tomates y todo tipo de hortalizas. Finalmente marcó un gol y empezó a correr con estrépito por el campo. Pero ¡trágica inoportunidad!; tropezó con un tubérculo y cayó al suelo. Afortunadamente, no le pasó nada y salió sano y salvo del estadio.”
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